Pregunta número 4:
¿Cómo pueden las estrategias de desarrollo territorial combinar eficiencia y equidad, la atracción de los recursos externos y satisfacción de los actores internos? |
Enfoque: la valoración del potencial local, la inclusión de la gente más excluida
R. Coturruelo (2001) concibe el desarrollo territorial como un proceso con múltiples objetivos. Estos son:
- Eficiencia en la asignación de recursos, para la Competitividad territorial
- Equidad en la distribución de la riqueza y el empleo, para la Cohesión social
- Equilibrio del Entorno Medioambiental, para la Conservación del sistema productivo-territorial
Con respeto a estos objetivos, R. Camagni (2002-1) identifica tres estrategias posibles: utilizar la influencia política para asegurar las transferencias públicas (una estrategia que es solamente defensiva, costosa y debe ser rechazada); mejorar la competitividad del sistema local; o atraer la inversión de otras regiones o del extranjero.
Estas estrategias están referidas, según E. Valdani y F. Ancarani(1999) a la atracción. La relación que une los lugares a sus públicos o clientes externos es la atracción, en el sentido de que las políticas que son adoptadas por un lugar tienen el propósito de animar las empresas, inversores, turistas, etc., a entrar a el área. La relación que une los lugares y sus públicos o clientes internos es la satisfacción, en el sentido de que las políticas adoptadas por un lugar tienen el propósito de asegurar la satisfacción de los habitantes actuales (las ciudadanos y las empresas) y la de los actores involucrados en la planificación estratégica local, (Las Cámaras de Comercio, las agrupaciones industriales y de consumidores, las organizaciones de turismo, etc.).
Queda claro que hay una relación cíclica entre satisfacer a los clientes internos y atraer a los clientes externos, que debe conducir a un aumento continuo en el valor del lugar mismo. Cuanto más atractivo es el lugar, más le fascina a los distintos públicos, y esto aumenta la satisfacción de los interesados y les ofrece un mejor valor. Este aumento en valor debe animar a los interesados a aceptar los esfuerzos e inversiones necesarios para mejorar aún más lo atractivo del lugar, y entonces establecer un círculo virtuoso de satisfacción-atracción -valor.
La experiencia de la Unión Europea es al respeto bastante interesante, especialmente la realizada por el programa LEADER que identifica tres premisas básicas por la elaboración de una estrategia efectiva:
- la primera es el análisis comparado del pasado y del presente; permite definir una serie de necesidades de innovación importantes para el territorio;
- la segunda consiste en encontrar uno o más “tema(s) federador (es)” que puedan responder a las necesidades de innovación y a la vez dar una perspectiva en un horizonte más lejano;
- finalmente, es indispensable un enfoque territorial global, en particular, para definir los desequilibrios existentes y las sinergias que deben tenerse en cuenta para dar forma a estos ejes estructuradores.
De esta manera LEADER(1999) logra establecer dos posibles estrategias con las cuales se puede empezar: elegir una puerta de entrada o adoptar la “estrategia del sembrador”, como la promoción de la imagen del territorio o el desarrollo de una fuente energética alterna, o la combinación de varias acciones que se destinan a la diversificación de un sector económico amenazado, o también un trabajo de movilización, formación profesional, valorización del patrimonio, etc.
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