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Las partes interesadas locales, una vez que se pongan de acuerdo sobre los objetivos y estrategias de desarrollo, tienen la habilidad de identificar y crear nuevas oportunidades.

Conocen su potencial, suelen hacer actividades con conocimientos antiguos, y saben aprovechar sus recursos; si logran coordinar sus esfuerzos, encontrarán recursos de inversión; entienden que tienen que dar prioridad al desarrollo más que a sus intereses personales. Todo esto liberará nuevas ideas y nuevos esfuerzos, posibilitando la realización de productos y servicios para el mercado, más que en el caso de una política generalizada y diferentalizada al nivel nacional, aunque se requiere una política de apoyo a las nuevas empresas pequeñas y ésta se debe coordinar con las iniciativas locales. El ambiente o milieu creado al nivel local es ciertamente más adecuado para enfrentar y resolver diferentes problemas tales como el desempleo, los negocios pequeños, los servicios para los negocios, la igualdad de géneros, y las relaciones armónicas entre los intereses económicos y sociales, y con las instituciones y autoridades públicas.

Una vez que una o más posibilidades son identificadas como un vehículo para la competitividad, un sistema de empresas locales vinculados (la cadena territorial de valor) será establecido para proveer los servicios, suministros, y recursos necesarios, y nuevos puestos de trabajo serán creados.

Las ADELs (Agencias de Desarrollo Económico Local) establecidas por la OIT, el PNUD, el UNOPS y la Cooperación Italiana crearon en Centroamérica más que 15.000 puestos de trabajo en los primeros cinco años de existencia, y más de 7.000 pequeñas empresas o cooperativas.

Los recursos humanos son el la columna vertebral de las políticas de desarrollo económico local. Utilizando toda la inteligencia, las capacidades, los potenciales, y los conocimientos de los hombres y mujeres, se abre la posibilidad de estimular y realizar relaciones, ideas, proyectos y redes. Sin duda, las iniciativas nacionales no pueden ser tan difundidas como para contactar y estimular todos los recursos escondidos que tiene un cierto lugar.

Al nivel local, se muevan tres procesos específicos:

  1. La proximidad, que facilita hacer contactos y vínculos con casi toda la población (directamente o a través de representantes)
  2. La participación de todos, sin exclusión, que hace que la contribución de cadauno sea un valor agregado a la economía en general, y que reduce los posibles conflictos futuros. Para lograr un desarrollo sostenible, se necesita más alianzas y menos contradicciones.
  3. La atención a la sostenibilidad, debido a la importancia que lo actores locales atribuyen al mantenimiento y mejoramiento de los recursos humanos u medioambientales a beneficio de las generaciones futuras.

El acceso de todos a la economía significa la implementación de mecanismos concretos, tales como el crédito, los servicios, la información, la orientación, la formación, etc. La experiencia enseña que estos mecanismos son más eficientes si están diseñados para las condiciones específicas de la población local tanto de hombres como de mujeres.

En los contextos donde hay pobreza, por ejemplo, los esquemas nacionales de crédito muchas veces fallan, y los negocios privados también encuentran que su supervivencia es difícil.

En el primer caso los bancos no están dispuestos a prestar dinero a los pequeños emprendedores (más aún si son mujeres), estimular y apoyar la gente a presentarse para un empréstito queda afuera de sus compromisos, la vuelta del crédito tiene costos muy grandes de seguimiento, y es difícil manejar un banco en estas circunstancias, más aún si la gente no percibe que el dinero y la institución pertenezcan a su comunidad.

En estas circunstancias se vuelve casi imposible hacer coincidir la oferta y la demanda de crédito.