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La geografía económica en la época de la competitividad global involucra una paradoja. Aun mientras las viejas razones para el agrupamiento han diminuido con la globalización, nuevas influencias de grupos sobre la competencia han tenido una creciente importancia en una economía que es cada vez más compleja, dinámica y basada en el conocimiento. Los grupos representan una nueva forma de pensar las economías nacionales, provinciales y locales, y hacen necesario nuevos roles para empresas, gobiernos y otras instituciones en el mejoramiento de la competitividad.

C. Bekar y R. G. Lipsey (2002) afirman que los economistas están cada vez más dispuestos a aceptar el mensaje de Joseph Schumpeter de que el cambio tecnológico endógeno es la fuente más importante del crecimiento económico al largo plazo. Uno de los aspectos de las economías de innovación es el agrupamiento de los agentes de la innovación- (empresas, usuarios, universidades, unidades gubernamentales de investigación, etc.) La economía de red emergente conduce hacia un desarrollo más parejo, más intensivo, y más continúo y hacia relaciones más íntimas adentro de las empresas mismas y entre empresas y organizaciones gubernamentales. El concepto de agrupamiento abraza este nuevo paradigma y nos ayuda a entenderlo de forma coherente y sistemática.

El agrupamiento es un viejo fenómeno. Por ejemplo, en las ciudades medievales, las personas que ejercían un solo oficio solían juntarse en un solo área. En tiempos más modernos, se ha producido el agrupamiento de muchos productos tradicionales, como la cerámica y cubertería inglesa, los zapatos y artículos de moda italianos, y los bienes de consumo duraderos alemanes. Al principio del siglo XX, Alfred Marshall sugirió tres razones fundamentales para el agrupamiento: 1) las empresas tienen acceso a un fuente local de mano de obra especializada, 2) las empresas están cerca de un conjunto de inversiones en infraestructura, 3) las empresas son más capaces de generar y compartir nuevas ideas.

Siguiendo a Coase, los economistas suelen explicar los límites de las empresas por actividades que serían mejor coordinadas por otras no pertenecientes al mercado, que por lo tanto ocurren dentro de las empresas, y los que son mejor coordinadas por los mercados, y que por lo tanto ocurren entre las empresas. No obstante, con las empresas modernas hay todo un conjunto de interacciones que suceden entre ellas en vez de dentro de ellas pero que no son mediadas por el mercado. Estas actividades económicas no son coordinadas por la jerarquía dentro de la empresa, ni por los precios espontáneos del mercado, sino por grupos de empresas afiliadas o organizadas en red, que trabajan en cooperación mutua.

Para tener en cuenta el importante hallazgo de E. von Hippel (1988), hay que también explicar la difusión vertical del conocimiento- (o sea la difusión del conocimiento para arriba y para abajo en la cadena de valor), que procede por distintos canales que los que eran tradicionalmente pensados:

  • 1. Un canal para la difusión de nuevas ideas es la interacción entre miembros de la empresa que produzca la tecnología y los de la empresa que la utilice. Esta interacción ocurre entre gerentes, ingenieros, gerentes de compra, trabajadores, etc., a través de canales formales o informales.
  • 2. Otro canal por el cual se puede difundir las innovaciones orientadas por los usuarios es cuando otro usuario de una tecnología la toma como propia, formaliza su producción y la ofrece al mercado.
  • 3. Otro canal es a través de decisiones formales de compra comunicadas entre las empresas. Por ejemplo, von Hippel cita el uso de la orden de compra.
  • 4. Von Hippel documenta un cuarto canal que es el intercambio informal de conocimiento. Los técnicos intercambian conocimientos aun entre empresas competitivas.