Resumen
Una
política activa de descentralización, compensación de desequilibrios
territoriales e impulso de redes locales de instituciones de apoyo,
es imprescindible para lograr avances por parte de los actores
locales. Estas políticas, incluso las instituciones públicas
nacionales y locales y las organizaciones intermediarias colectivas,
tienen que pasar de ser ‘prescriptivas’ que de manera dirigista
indiquen productos o tecnologías específicos, a políticas
‘transactivas,’ que busquen actuar sobre los costos de las
transacciones o las relaciones de integración entres las empresas
individuales y facilitar los cambio tecnológicos y organizacionales
entres las empresas individuales en un grupo de empresas dado,
definido por geografía o por sector
Tal como está indicado por la teoría institucional, los gobiernos públicos deben definir un sistema de reglas, procedimientos y vínculos que permita a los actores económicos relacionarse y lograr formas más altas de integración económica o en otros términos deba promover la participación de una multiplicidad de sujetos y la coexistencia de muchos intereses.
Las políticas de intervención bien pueden ser políticas horizontales y no-sectoriales, tales como las que traten el mejoramiento de la calidad de los factores de producción: el capital humano, el capital social la accesibilidad regional.
En este sentido ya ha ocurrido una transformación progresiva en el entendimiento de cómo dirigir el sector público basado en la aplicación de los principios y técnicas de administración de empresas a instituciones públicas y la administración de todo lo que esté bajo su responsabilidad, incluso el territorio. Se actúa una transición del modelo clásico, burocrático, jurídico e institucional de la relación entre las autoridades públicas y los ciudadanos a un modelo económico basado en la lógica de un servicio público, una transformación que cambie a los ciudadanos de ser ‘sujetos’ a usuarios o clientes de los servicios del Estado
La nueva administración pone atención en ambos tipos de públicos o clientes referentes, ya sea los clientes “internos” o los clientes “externos” La relación que une a los lugares y sus públicos y clientes externos es la atracción, mientras que la relación que une a los lugares y sus públicos o clientes internos es la satisfacción.
Algunas versiones simplistas todavía propugnan aún la necesidad del desmantelamiento del Estado o las ventajas del “Estado mínimo”, cuando en realidad de lo que se trata es de su reinvención. Se requiere ahora la aplicación de políticas de nivel micro y meso-económico, acompañando las políticas macro-económicas, y orientadas a asegurar la innovación tecnológica y organizativa del tejido productivo y empresarial existente en los diferentes ámbitos subnacionales. Los gobiernos nacionales tienen, por supuesto, responsabilidades amplias, porque son capaces de estimular, impulsar y apoyar el desarrollo de iniciativas locales sistemáticas; tienen que proporcionar el esquema regulatorio y las estrategias nacionales en las cuales tienen que caber las políticas locales, y también tienen que controlar, compensar y poner en equilibrio a las distintas iniciativas locales, en cuanto el desarrollo económico local no puede llegar a ser egoísmo local, y en esto el papel del estado central es básico. |